Son varios y distintos los beneficios que obtiene el cuerpo al andar en bicicleta, pero, uno de los músculos que mejor lo aprovecha, es aquel que nos mantiene vivos, por eso, hoy vamos a profundizar en la casi romántica relación que existe entre el ciclismo y el corazón.
Después de todo, para muchos, el montar en bici es una de las razones para que su corazón palpite y, a su vez, más que los pedales y las piernas, el corazón resulta ser el verdadero motor de la bici.
Ya lo sabes, toma lo necesario y prepárate para esta rodada que estará llena de cardio. Allá vamos.
¿Cómo se relaciona el ciclismo y el corazón?
El ciclismo, es una actividad deportiva y, como tal, realizada moderada y constantemente, es bastante beneficiosa para la salud.
Realizar actividad física mediante cualquier deporte puede ayudar a controlar los niveles de azúcar en la sangre, bajar de peso y fortalecer los huesos. Hablando propiamente del corazón, fortalece el miocardio y evita que exista dolor en el pecho al realizar esfuerzos.
Además, montar en bicicleta puede ayudar a las personas que sufren de una enfermedad cardiaca a correr menos riesgos de sufrir un infarto de miocardio. Esto, gracias al fortalecimiento del corazón, que, como todo músculo, hay que ejercitarlo.
Los beneficios del ciclismo para el paciente cardiovascular
No es necesario convertirse en un atleta de máximo rendimiento para gozar de los beneficios que el pedalear trae con cada latido. No obstante, es necesario hacerlo de forma constante para disfrutar de ellos, es decir, crearse una rutina.
Anteriormente, hemos hablado de otras ventajas que trae para el cuerpo y la mente andar en bici. Por ello, en esta rodada nos vamos a enfocar un poco más a aquellos pacientes cardiovasculares.
Para comenzar, diremos que el ciclismo ayuda a que las personas que sufren algún mal del corazón, aumenten su actividad diaria y mejoren su calidad de vida. Todo, además, sin la necesidad de realizar grandes esfuerzos que los agoten o perjudiquen.
Por ello, es recomendable practicarlo durante 20 minutos al día. No es necesario recorrer una distancia kilométrica. Incluso, basta con tomar la bici para ir a la tienda o hacer un pequeño recorrido que podríamos hacer caminando.
De hecho, un gran consejo es que, si tu trabajo te queda a menos de 45 minutos en bici, te animes a ir en ella de ida y vuelta a este. Sin notarlo, diariamente estarás realizando un ejercicio que cambiará para siempre tu vida. Si, de camino a tus labores existen ciclovías, ¡úsalas!, es un medio rápido y seguro de transitar por la ciudad.
Beneficios directos al corazón
El ciclismo y el corazón están más ligados de lo que podrías pensar. Siendo una actividad que se puede realizar de forma recreativa y no únicamente deportiva, los beneficios que trae llegan de manera imperceptible. Te los mencionamos a continuación:
- En primer lugar, al andar en bicicleta, se reduce el colesterol malo (LDL) y disminuye el riesgo de trombosis.
- Otra gran ventaja que se obtiene es que se consigue disminuir la frecuencia cardiaca y respiratoria en reposo. ¿Qué quiere decir esto? Que aun cuando no estés haciendo ejercicio o alguna actividad que exija esfuerzo, tu corazón latirá con más calma de lo normal. Asimismo, tu ritmo cardiaco bombeará más sangre en cada latido. Para que te des una idea, el corazón de una persona en reposo va de los 60 a los 100 latidos por minuto, el de un ciclista profesional, puede ser de únicamente 28 pulsaciones, como el de Miguel Indurain, considerado uno de los mejores ciclistas.
- Cuando pedaleas en terreno plano, se tiene la gran ventaja de controlar la frecuencia e intensidad en todo momento. Así, se lleva el propio control y ritmo con el que se quiera avanzar y, por ende, exigir el bombeo de sangre al corazón. Claro, se recomienda un andar tranquilo y sin grandes exigencias. Recuerda, no estamos hablando de competir, sino de tener una mejor salud.
- Si bien el ciclismo es un ejercicio cardiovascular, quizá te sorprenda saber que requiere de menos pulsaciones por minuto del corazón de lo que lo hacen la natación o el correr. De igual manera, es otro de los deportes que exigen menos impacto a las articulaciones. ¡Premio doble!
- Al pedalear, el ritmo cardíaco aumenta y la presión baja, y el corazón se desgasta menos. Como extra, también se reduce el estrés. Una mente menos estresada y menos colesterol para el corazón, definitivamente son una perfecta combinación para una vida sana con menos probabilidades de sufrir un infarto.
- Para finalizar con la relación entre el ciclismo y el corazón, debes saber que te ayudará a tener un aumento de redes capilares, ensanchamiento de los vasos sanguíneos, eficacia en la frecuencia cardíaca, tejido muscular más fuerte e hipertrofiado y un mayor diámetro en el ventrículo izquierdo.
Todo esto es, sin duda, esencial para evitar enfermedades cardiovasculares. ¿Estás listo para tener un corazón más fuerte mientras te haces más amigo de la bicicleta?