Andar en bici es uno de los mejores ejercicios cardiovasculares, de eso no hay duda, pero puede ser complementado con otra actividad que es todavía más efectiva, por lo que hoy hablaremos de la natación y el ciclismo, dos actividades deportivas que funcionan mejor si se combinan en su práctica.
Si quieres saber cómo es que el nadar ayudará a mejorar tu pedaleo, quédate con nosotros y descúbrelo. Esta vez puedes dejar tu casco y tu kit de herramientas, en su lugar, toma tus goggles, tu gorro y sumérgete en este texto.
Natación y ciclismo, ¿Cómo se complementan?
La clave de ambos deportes está en la fortaleza de ciertos músculos y la capacidad cardiovascular, sobre todo, la respiración. Cada uno de ellos fortalece ambas habilidades a su manera, pero, al combinarlas, el resultado es maravilloso.
Natación y ciclismo son dos actividades de bajo impacto, esto significa que generan muy poco o nulo daño a las articulaciones, sobre todo de las rodillas y los brazos. Además, ambas fortalecen los músculos de la espalda.
Sin embargo, debido a que andar en bici ejercita mayormente las piernas, mientras que nadar lo hace con el torso, la espalda y los brazos, es ideal practicar las dos actividades para tener un equilibrio muscular. Esto quiere decir que el volumen superior e inferior de nuestro cuerpo estará balanceado, y no que tendremos grandes piernas, pero brazos delgados, o viceversa.
Ventajas de la natación para el ciclismo
Aunque andar en bici provoca muy poco impacto a las articulaciones de las piernas, nadar lo hace todavía menos. De hecho, al flotar en el agua se alivia el estrés en las articulaciones. Es por ello que el ciclismo puede ayudarte a que tus piernas se recuperen o aliviar el cansancio que provoca el pedaleo.
Puede que no lo notes, pero al nadar de forma correcta, desarrollas un gran equilibrio. Al trabajar los músculos de los brazos, abdomen, espalda y piernas para poder nadar en línea recta, creas un balance y una coordinación excepcionales. Esto, claro está, te ayudará a tener un mejor equilibrio en la bici, sobre todo, en terrenos muy accidentados o estrechos.
Sin embargo, la principal ventaja es la respiración. Debido a que nadar requiere un gran control pulmonar, aprenderás a respirar de forma más efectiva, es decir, lograrás una mejor oxigenación sin tomar tantas bocanadas de aire; esto, a su vez, te dará un mayor desarrollo y resistencia pulmonar. El pedaleo de la bicicleta, sobre todo cuesta arriba, exige demasiado esfuerzo cardiovascular, por lo que la natación te ayudará a conseguirla.
Ventajas del ciclismo para la natación
Los beneficios son casi los mismos, pero a la inversa. En el caso del equilibrio, si bien andar en bici no te dará un balance instantáneo al nadar, sí te hará más fácil adaptarte a la fluidez del agua, pues el equilibrio que tienes al manubrio, lo puedes aplicar para nadar mejor en línea recta.
Al pedalear, como bien dijimos, requieres un gran esfuerzo cardiovascular. Con la natación conseguirás un mejor control de respiración, pero si ya practicabas antes el ciclismo, este último te ayudará a que domines tu capacidad pulmonar mucho más rápido cuando empiezas a tomar clases de natación.
Si eres un ciclista de grandes distancias, tu arma secreta serán las piernas. Pedalear sin duda desarrollará bastante tus pantorrillas y demás músculos. Cuando nades, tu pataleo será mucho más fuerte y rápido.
Cómo combinar ambos deportes
Para combinar natación y ciclismo no basta con practicar los dos, sino que debes saber cómo hacerlo. Para empezar, es importante crear una rutina de descanso activo. Esto quiere decir que alternes los días en que nadarás y los que pedalearás.
Por ejemplo, puedes practicar natación el lunes y miércoles, mientras que el ciclismo lo puedes dejar para el martes y jueves. De esta manera, los músculos que trabajaste al andar en bici los descansarás cuando nades, mientras que, cuando nades, descansarás los músculos que más trabajaste en la bicicleta. Esto es el descanso activo: no ejercitar algunas partes del cuerpo sin dejar de hacer ejercicio.
Ahora, es importante que sepas que cada estilo de nado proporciona algunas ventajas específicas para andar en bici. Estas son:
- Nado de crol (estilo libre): mejorarás la fuerza del tren superior y tu capacidad aeróbica. Al trabajar a diferentes distancias y velocidades, mejorarás tu resistencia y velocidad.
- Nado de dorso (de espalda): desarrollarás y fortalecerás la musculatura de tu espalda. Esto te ayudará, sobre todo, si pasas demasiado tiempo inclinado en el manubrio. De igual manera, cuando ruedes cuesta arriba, te dará mayor fortalecimiento en la espalda baja.
- Con tabla: al utilizar una tabla de flotación, esto te obligará a no utilizar los brazos para nadas, únicamente moverás las piernas. Como supones, así podrás tener mayor fuerza en tu pedaleo.
Así es como se complementan la natación y ciclismo. Independientemente de si utilizas uno para mejorar el otro, estarás practicando dos de los deportes más efectivos para tu sistema cardiovascular. No dejes de hacerlos y tendrás una vida mucho más saludable.