Al hablar de transporte sustentable, cualquier gobierno debería de construir más ciclopistas en sus respectivos estados, por ello, resulta paradójico que, al concluir sus administraciones, dejen menos kilómetros de estas, que es justo lo que ocurrirá con las ciclovías de Monterrey.
De acuerdo con información compartida por Cómo Vamos, Nuevo León, serán cuatro alcaldes regios los que terminarán su mandato con menos kilómetros de ciclovías que con las que lo iniciaron.
Estas administraciones municipales iniciaron en el 2021 y terminarán su periodo el próximo 30 de septiembre de 2024. En este tiempo, varios tramos de las ciclovías de Monterrey fueron retirados o, peor aún, simple y sencillamente quedaron abandonados hasta ser por completo inservibles.
La plataforma mencionada indica que, en el 2022, el área metropolitana de Monterrey contaba con 90.9 kilómetros, mientras que, para septiembre de este año, se redujeron a 72.3 kilómetros. Esto quiere decir que se perdieron casi 20 de ellos en tan sólo un par de años.
El colectivo Pueblo Bicicletero, junto con la iniciativa Cómo Vamos, Nuevo León, han evaluado, desde el pasado agosto, los 72 kilómetros de ciclovía que reportaron las autoridades municipales.
¿Dónde perdieron más kilómetros las ciclovías en Monterrey?
Los reportes indican que Apodaca, bajo el mandato del priista César Garza, en un inicio reportó 11 km, pero finalizó con 2.6 km.
En Escobedo, del morenista Andrés Mijes, se reportaron 16 km inicialmente, pero se culminó con 8.9 km.
En Guadalupe, bajo la gubernatura de la priista Cristina Díaz, se pasó de tener 14.2 km a 7.6.
Y aun así, el segundo caso más grave lo encontramos con el panista Daniel Carrillo, en San Nicolás, que pasó de reportar 21 kilómetros de ciclovías en el 2022, a sólo 2 kilómetros en 2024.
Por último, Juárez, que encabeza el priista Francisco Treviño, no perdió ningún kilómetro de ciclopista, pero eso se debe a que en este municipio todavía no hay ni una sola ciclovía.
No todas son malas noticias…
A pesar de que la capital regia contó con una drástica reducción en sus carriles ciclistas, también hubo algunos logros que es importante destacar.
Durante la administración del emecista Luis Donaldo Colosio, se implementaron los llamados «corredores verdes» en Monterrey, logrando el incremento de la infraestructura ciclista de 9 a 28.5 kilómetros de ciclovía.
En San Pedro, bajo la gubernatura del alcalde independiente Miguel Treviño, pasó de tener 18 a 19.9 kilómetros.
En donde hubo un poco menos de avance, pero lo hubo, fue en el municipio de García, con el independiente Carlos Guevara, donde se pasó de 1.7 a 1.8 kilómetros.
Por último, en Santa Catarina, con el también emecista Jesús Nava, no se contaba con ninguna infraestructura ciclista, y ahora ya cuentan con un kilómetro.
Esperanzas a futuro
Resulta bastante triste que, siendo los políticos los primeros que se suman a los movimientos sustentables, muy pocos de ellos en verdad realicen esfuerzos para poner manos a la obra cuando se trata de pasar de los dichos a las acciones.
Como lo hemos dicho anteriormente, cuando se coloca una ciclovía, la labor no termina al momento de implementarla e inaugurarla. La infraestructura ciclista debe estar en constante monitoreo y mantenimiento.
Cuando simple y sencillamente se coloca, pero no se le vuelve a atender, corre el riesgo de sufrir daños tanto en su canalización como en su pavimento especial. En la peor situación, el tramo ciclista se reduce o sencillamente desaparece o, lo que es lo mismo, quedan en tan malas condiciones que, aunque siga allí, es inservible y peligroso para los ciclistas.
En el caso de las ciclovías de Monterrey, es una oportunidad para que las siguientes administraciones reparen los daños y verdaderamente apoyen al transporte sustentable. Respecto a los municipios que todavía no cuentan con ciclopistas, o apenas iniciaron con ellas, es su momento para expandirlas y mantenerlas a salvo.