La capital del país se ha posicionado como una de las mejores zonas para practicar el ciclismo urbano, pues desde una infraestructura ciclista cada vez más amplia hasta eventos que tienen a la bici como protagonista, cada vez más gente se anima a andar en este transporte; lamentablemente, con el auge de este deporte recreativo, el robo de bicicletas en la Ciudad de México también va en aumento.
Son muchas y variadas las formas de robarse una bicicleta. Por el contrario, son pocas las posibilidades de recuperarla…al menos de una forma que involucre directamente a las autoridades. Y es que no en pocos casos, son los mismos dueños quienes, con sus propias investigaciones, logran encontrar y recuperar su bici.
Por ello, es importante conocer las estadísticas que hablan sobre el robo de bicicletas, aunque, más importante aún, de lo que se está haciendo o se puede hacer para evitar una mayor cantidad de ellos.
Prepárate y lleva un buen candado contigo, porque hoy pasaremos por algunos tramos de riesgo.
CDMX, con gran incidencia en robo de bicicletas
Dejemos las cosas en claro desde el principio: una mayor creación de infraestructura ciclista también debe llevar consigo una mayor seguridad para la bicicleta en sí.
De poco sirve implementar más y mejores ciclovías (bien construidas) si los ciclistas no se sienten seguros de estacionar su bici a donde quiera que estas ciclopistas los lleven. Por supuesto que más ciclovías fomentan a que más gente use este transporte sustentable, pero si no se brindan espacios seguros dónde estacionarlas sin peligro de que se las roben, serán pocos los que quieran salir a pedalear.
En el 2022, se reportó que en la Ciudad de México, cada día se abrieron poco más de cinco carpetas de investigación por el robo de bicicletas. Esto significó que, al mes, 165 personas fueron víctimas de este delito.
Lo anterior fue confirmado mediante los boletines estadísticos publicados por la Fiscalía General de Justicia local.
Los años anteriores tampoco fueron muy prometedores. Los mismos documentos arrojaron que, en 2020, fueron robados mil 303 vehículos de pedales. En 2021, la cifra aumentó a poco más de mil 973 unidades. Esto significó un aumento de 51.42% de este delito en dicho periodo: tres mil 276 robos totales en esos años.
Sin embargo, para todos está claro que estas cifras no están, ni de cerca, de ser los números correctos. ¿Por qué? Fácil: porque hay una gran cantidad de ciclistas que no denuncian el robo de sus vehículos. La mayoría de los casos no pasan de un posteo en redes sociales por parte de los afectados y, en casi todos ellos, nunca se recupera la unidad.
Breve descenso del delito
El robo de bicicletas en la Ciudad de México ha tenido dos disminuciones importantes. Irónicamente, de cierta manera, uno de ellos también propició indirectamente el aumento del robo de estos vehículos.
“Pero, ¿cómo puede ser esto posible?”, se preguntarán algunos. Bueno, todo comienza con la pandemia de la COVID-19. Durante su periodo más crítico en cuanto a la disminución de la movilidad, o sea, de abril a julio de 2020, el robo de bicis no pasaba de 100 al mes. De hecho, en uno de ellos solo se llegó a 66 vehículos de pedales sustraídos.
Ahora, la pandemia también trajo consigo que, conforme se fueron relajando las medidas y se abrieron nuevas rutas de transporte, más gente optó por moverse en bici. De hecho, tal aumento trajo cosas positivas, como la creación y posterior permanencia de la ciclovía Insurgentes.
Aunque, claro, un mayor uso de la bici trae consigo más compra de bicicletas. Una mayor compra de bicicletas genera más bicis ancladas en las calles. Más bicis ancladas en las calles significa, por desgracia, más bicicletas robadas. Muestra de ello es que, en mayo de 2021, se reportó el robo de 314 vehículos de pedal, mucho más que en el mismo periodo un año antes.
Por otro lado, el conteo final del 2021 arrojó mil 796 bicis robadas, mientras que en 2022 fueron mil 543. Esto significó la disminución del 14.09% en este delito. No mucho, pero algo es algo. Y, de nuevo, repetimos que estas cifras solo toman en cuenta las denuncias realizadas formalmente.
Motivos para no denunciar
Más lamentable aún que el robo de bicicletas, es la poca seriedad que las autoridades le ponen al delito mismo y a la persona afectada al momento de denunciar.
Diversos ciclistas aseguran que, al momento de levantar la denuncia, su testimonio y exigencia son casi tomados como un chiste para las autoridades. Y es que, según comentan, ya sea una bici de 300 pesos o de más de 100 mil, para la policía, no es tan importante como el robo de un automóvil u otro delito. De allí las pocas posibilidades de que sean encontradas.
Debido a ello, son más los usuarios que, mediante redes sociales, páginas de venta o una exploración por mercados y tianguis, han encontrado sus bicicletas en “reventa”. En el mejor de los casos, logran recuperarlas al poder comprobar que el vehículo es suyo y enfrentar valientemente a quien la vende.
Cuando es el peor de los escenarios, nada pueden hacer, ya que también es cierto que pocas veces se cuenta con la documentación necesaria que avale la propiedad de la bici.
En otras circunstancias, las bicis son pintadas y modificadas para que no puedan ser fácilmente reconocibles. Cuando se trata de bicicletas de gama alta, se opta por desarmarlas y venderlas por partes.
¿Cómo disminuir el robo de bicicletas en la Ciudad de México?
Son diversas las medidas que se pueden tomar. Por parte del usuario, lo mejor es contar con un candado en “U” de gran resistencia. Estos presentan mayor dificultad para las herramientas de corte. Por otro lado, no se recomienda para nada utilizar cadenas o cables de acero; estos últimos no son ningún impedimento ni barrera para los ladrones.
Ahora, entre los amantes de las bicis existen algunas reglas implícitas. Una de ellas es invertir, por lo menos, el 30% del valor total de lo que costó la bici en su seguridad misma. Por ejemplo, si la bicicleta costó 10 mil pesos, lo mejor será comprar un candado que oscile entre los 2 y los 3 mil pesos.
Otra regla un tanto infame, pero que desgraciadamente funciona, es la de “hacer que tu bicicleta sea más difícil de robar que la de al lado”. Si se cuenta con un buen candado que probablemente implique varios minutos y herramienta más sofisticada para cortarlo, el ladrón optará por la bici cuya cadena o cable puede ser destruido en segundos.
Ya sea que se tenga un candado de gama alta o un cable o cadena, lo importante es anclar la bici a columnas o estructuras fijas. De preferencia amarrarlas en lugares concurridos y no dejarlas solas por mucho tiempo. También es recomendable anclarla en lugares o zonas diferentes y no siempre en el mismo sitio.
Bici estacionamientos seguros
Si bien la CDMX cuenta con bici estacionamientos a los que las personas pueden acceder de forma segura, otra opción es colocar bici estacionamientos en zonas estratégicas. Esto puede ser en parques, plazas, zonas de oficinas, estacionamientos públicos para autos, en la proximidad de ciclovías, etc.
Un buen estacionamiento para bicis ayuda a que los usuarios se sientan más seguros al saber que su bici está en un lugar destinado específicamente para su resguardo.
Si vives en la CDXM, evita, en la medida de lo posible, anclar o dejar sola tu bici en zonas de las alcaldías Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Benito Juárez, Coyoacán e Iztapalapa, particularmente en las colonias Centro, Buenavista o Polanco. Son las zonas con más robos de bicis.
Más años de cárcel por robo de bicicletas en la Ciudad de México
Si bien no existe una norma como tal que castigue el robo de vehículos de pedal, hoy en día se busca que se castigue con más años de cárcel a quien cometa este delito.
Actualmente, la bicicleta se considera como un bien inmueble, por ende, el castigo por robar una oscila de los 6 meses a los 2 años. Sin embargo, el Congreso local busca que el robo de bicicletas en la Ciudad de México sea penado con 6 años.