¡Llegó el mes más aterrador del año, ciclistas!, estamos en vísperas de Halloween y, nada mejor, que conocer los lugares más embrujados de la CDMX mientras pedaleamos.
Octubre es un mes mágico para todos los amantes del terror, las leyendas de aparecidos, lo espeluznante y todo aquello que sea místico. Esta fecha se caracteriza por su atmósfera fría y nostálgica, pues, en no pocos lugares, se cree que es el tiempo en donde el velo que separa al mundo natural del sobrenatural es más delgado que nunca.
Así, todo aquello que esté relacionado con fantasmas, casas embrujadas y hasta películas de miedo, se torna más electrizante y llamativo conforme se acera la Noche de Todos los Santos.
Claro, el ciclismo es una actividad que puede ir en perfecta combinación con esta temática. ¿Cómo? Porque la Ciudad de México está rodeada de sitios espectrales cuya historia alberga historias bastante macabras; sitios a los que puedes llegar pedaleando y sentir en carne propia el miedo que transmiten.
A continuación, te presentamos una lista de los lugares embrujados de la CDMX. Así que toma tu bici y, esta vez, no olvides por nada del mundo tus lámparas, pues quién sabe qué espectros nos podamos cruzar por el camino.
Lugares embrujados en CDMX, atrévete a rodar por todos ellos
Todas las ciudades tienen sus leyendas y fantasmas, algunos más aterradores que otros, pero, a fin de cuentas, los tienen.
No es raro que la gran metrópoli mexicana, siendo una de las capitales más grandes del mundo, tenga un sinnúmero de sitios marcados por el aura de lo sobrenatural. Desde hospitales con enfermeras fantasmas, hasta casas donde albergaron brujas, hoy te presentamos algunos de estos lugares.
La casa de la Tía Toña
Si existe un entorno perfecto para pasar un poco de miedo, ese es bosque encantado. Uno de los principales pulmones de la capital es el Bosque de Chapultepec, entre cuyos árboles se esconde la famosa Casa de la Tía Toña.
La leyenda cuenta que, en estas paredes, vivió una mujer bondadosa y millonaria que gustaba de dar cobijo a los niños desamparados. No obstante, estos últimos le jugaban bromas y travesuras bastante pesadas, al punto de hacerla enloquecer. Un día, la mujer no soportó más y terminó por asesinarlos, escondiendo los cadáveres en la casa. Se dice que el espectro de la tía Toña, como le conocían, todavía vaga en esa casa.
¿Quieres ir a visitar? Se encuentra cerca del Panteón de Dolores, en Avenida Constituyentes. Si vas en bici, puedes llegar mientras recorres el bosque en dos ruedas.
La Planchada del Hospital Juárez
En el Hospital Juárez, en el centro de la capital, durante años se ha contado la leyenda de la famosa Planchada, el espectro de una mujer que, en vida, fuera una enfermera que gustaba de portar un uniforme bastante pulcro y almidonado, de allí su apodo.
Según se dice, se trata de aparición bondadosa que ayuda a los enfermos, sobre todo, a los que cuentan con alguna enfermedad terminal. Los testimonios de algunos dicen haber sido atendidos por una hermosa enfermera, pero, al preguntar por ella y describir sus rasgos, les informan que no hay nadie como ella entre su personal.
Puedes acercarte a este lugar haciendo uso del carril bus-bici del Eje 1 Sur.
La casa de Cañitas
Aunque se trata de un sitio que ha estado en el ojo del huracán por su polémico dueño, no deja de ser un destino característico de los lugares embrujados en CDMX. La casa de Cañitas se hizo muy famosa a finales de los 90 e inicios de los 2000.
Según se cuenta, en su interior se aparecía el espectro de un monje, el cual, atormentó al dueño de la casa y sus amigos cuando estos eran jóvenes, amén de otros sucesos sobrenaturales. Hoy en día, la localizarás fácilmente en la calle Cañitas, pues, además, cuenta con una placa fuera de esta con la ilustración de dicho monje.
Si deseas visitarla, la ciclovía más cercana es la que se encuentra sobre la calzada México-Tacuba.
La calle de la Quemada
Aunque no es un lugar en concreto, se dice que en una de las casas ubicadas sobre la avenida Jesús María, en el Centro Histórico, en el siglo XVI vivía una joven mujer de belleza extraordinaria. Su hermosura era tal, que un marqués italiano que la pretendía comenzó a asesinar o todo aquel que la mirara.
Con tal de detener los asesinatos, la mujer decidió quemarse la cara para desfigurarse y, así, con el fuego, borrar su belleza. Aunque vivió largo tiempo, comenzó a utilizar un velo negro para cubrir su rostro, por lo que la gente comenzó a llamarla “la quemada”.
La ciclopista anterior te conectará con el carril bus-bici de Eje 1, así podrás recorrer la calle y, con suerte, o con mala suerte, puede que en tus recorridos nocturnos te encuentres allí a un espectro cubierto con un velo negro.
La casa de Don Juan Manuel
Si pudieras saber la hora exacta en que vas a morir, ¿la preguntarías? Si la respuesta es sí, tal vez te gustará conocer a Don Juan Manuel, un hombre que, en la época del virreinato, vendió su alma al diablo para conocer si su esposa le era infiel.
La condición que Satanás le puso, a través de un brujo, es que esa noche asesinara al primer hombre que se cruzara frente a su puerta a las 11 de la noche. Don Juan Manuel así lo hizo, pero, ebrio de celos, repetía la misma acción cada noche; él preguntaba a los extraños “Disculpe, podría darme la hora”, y, cuando se le decía que eran las 11, respondió “Dichoso usted, que sabe la hora de su muerte”, para posteriormente asesinarlos clavándoles un puñal.
Arrepentido, un cura le ordenó cumplir una penitencia bajo una horca ubicada en la Plaza Mayor, para así otorgarle el perdón, pero, misteriosamente, fue el mismo Juan Manuel quien al tercer día del castigo amaneció colgado. A partir de entonces, se dice que si pasas por la calle de República de Uruguay cerca de las 11:00 pm. y te encuentras a un hombre que te pregunta la hora, nunca debes dársela, pues podría ser el propio Don Juan Manuel.
La ciclovía México-Tacuba te puede acercar a esta calle.
La casa de las Brujas
Ubicada en la Colonia Roma, esta casa toma su apodo debido a su hermosa pero enigmática arquitectura. Si se le mira de frente, su fachada presenta una torre que culmina en un pico que bien asemeja al sombrero de una bruja; además de dos vanos falsos que parecen ser los ojos de la misma.
En este edificio construido en 1908, durante el siglo XX fue hogar de la famosa chamana Pachita, quien se caracterizó por sus rituales esotéricos, con quien acudían toda clase de personalidades, desde el espectáculo hasta la política.
Algunos dicen que estos rituales impregnaron la casa de elementos sobrenaturales, por lo que es común presenciar cosas extrañas u oír ruidos raros.
Si deseas visitarla, puedes utilizar la ciclovía Insurgentes y luego el carril bus-bici para acercarte a la misma.
Estos son solo algunos de los lugares embrujados en la CDMX a los que puedes llegar fácilmente con tu fiel bicicleta. Atrévete a visitarlos, pero, recuerda, alguien, o algo, te podría observar mientras pasas por ellos.
Por último, si lo tuyo es lo ancestral, puedes visitar la famosa Entrada al Mictlán. Conoce este lugar mientras ruedas sobre la ciclovía más larga de México.